Mencioné en el capítulo anterior, que Alejandro Marcovich apareció en la vida del grupo, y fue porque un día nos oyó tocar en Rocko y le interesó ser nuestro productor musical, pero estaba conciente del problema que tuvimos con los antiguos productores y sabía que teníamos ese obstáculo para grabar con algún sello. Así que platicamos y empezamos a buscar la manera de acabar con ese “diabólico contrato”. Era el año 1992 y apareció un sub-sello llamado “Culebra”, dentro de una compañía trasnacional llamada BMG, que quizá a muchos de ustedes les suena. Ellos de por sí estaban interesados en el grupo, pero como todavía éramos medio inocentes, fue Alejandro quien se encargó de toda la negociación y la disquera del asunto legal del otro contrato. Al mismo tiempo trabajábamos arduamente en el ensayo, encaminados a la grabación de lo que sería nuestro primer disco, afinando detalles de las canciones, Alejandro fue como un oído externo que nos ayudó a escuchar desde afuera lo que veníamos haciendo desde hacía tres años.

Así que fue un trabajo interesante, pero que se entienda un productor da opinión sobre ciertas cosas de una canción, y entre todos buscan varias posibilidades dentro de la misma respetando la idea original, un productor no está componiendo , porque la composición ya está, por lo menos en nuestro caso. Y ese fue el trabajo que hicimos con él. Llegamos al estudio y fue una gran experiencia. Nunca antes habíamos estado en un estudio así, era muy grande y muy bien equipado con piano de cola y un órgano Hamond, con lo cual Juan Sebastián estaba encantado, aparte de todo lo que tiene un buen estudio de grabación. Y así meses después salió ese primer disco titulado Santa Sabina. Fue presentado en el Teatro Reforma, con un lleno total y una grata impresión de público y grupo, así empezó nuestro camino en el mundo del disco. Hasta aquí todo iba caminando bien.

Continuará...

Rit

 

CAPITULO X
"Primer disco , la industria disquera"

versión Rita