Ha sido difícil retomar esta historia porque que lo que viene es de las
cosas más dolorosas por las que ha pasado el grupo.
Cuando algunos integrantes han dejado el proyecto, siempre ha sido por
voluntad propia, en muy buenos términos, y porque han decidido seguir
su camino en otra dirección. El caso de Patricio no fue así. El era una
persona muy especial, como lo dije en los primeros capítulos, un ser entrañable
que inspira muchísimo cariño, y que en ese entonces sufría mucho por una
angustia constante que lo invadía. La canción de Miedo, la letra, yo
la escribí pensando en ese estado de ánimo que era parte de su
cotidianidad, y que los demás percibíamos. Toda esa situación se fue acrecentando al
pasar de los años, y en 1998, ya no hubo forma de continuar una vida normal,
pues Patricio ya no podía tocar en el grupo. La situación por la que estaba
pasando lo llevó a tomar salidas que quizá no eran las adecuadas, como
hacerse de ciertos hábitos y adicciones, que lo llevaron a tocar fondo.
En este ambiente la cercanía al reventón, es casi inevitable, y hay que
ser muy fuerte para no “sumergirse en los excesos”. Ya fuera de moralismos,
pues cada quien hace con su cuerpo lo que quiere, personalmente pienso que
si no existe la suficiente fortaleza de espíritu o cierta estabilidad
emocional, la búsqueda en este sentido puede ser muy peligrosa. Es decir no
siempre: “el camino de los excesos te lleva al castillo de la sabiduría” (como
dijo William Blake) también te puede llevar al infierno total y absoluto.
Esto fue dolorosísimo porque no se si ustedes se acuerdan, pero su
forma de tocar, su presencia en el escenario y toda su personalidad eran muy
especiales, era parte fundamental del grupo, pero la situación lo
rebasó y nos rebasó a todos, pensar que ya no estaría cerca del grupo, sabiendo
lo importante que era para él la música y este proyecto, ha sido de las
cosas mas tristes por las que hemos atravesado, creíamos que sería
insustituible.
Su último concierto fue el 21 de marzo de 1998, en una edición del
Festival del Centro Histórico, en la explanada de Santo Domingo. Luego estuvimos
como seis meses tocando con el hermano de Juan Sebastián, Pablo Lach, quien
muy generosamente nos hizo el favor de sustituir a Patricio durante algún
tiempo.
A principios de este año, Patricio se sometió a un tratamiento que
consistió en una cirugía que le realizaron en el cerebro, para intentar curar su
problema que en gran parte se debe a una lesión que tiene desde hace
años, y que le provocó una enfermedad que se llama Trastorno Obsesivo
Compulsivo, todos tenemos muchas esperanzas de que finalmente encuentre cierta paz,
después de tanto dolor y angustia por los que ha atravesado. En nuestro
aniversario de XV años se echó un palomazo, y fue super emocionante
tocar nuevamente con él, y comprobamos una vez más el gran cariño que le
tenemos, y que los lazos que existen entre todos nosotros son muy fuertes.
Continuará... |
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CAPITULO XXIII
“Otra pérdida”
versión Rita